¿Qué te pasa que engordaste...?

O: ¿porqué adelgazaste.?

Es que no te daré respuesta.

Porque debes aceptarme, como soy,

Sin evaluar mi exterior,

no como quisieras verme.

¡Qué pregunta más violenta!

¡Hasta dónde me has herido!

Con ella has conseguido

que perdiera, día a día,

La seguridad y confianza,

que de mi vida tenía.

Qué pregunta más violenta!

Cómo violenta es la imagen

Que me devuelve el espejo.

Y yo, que solo buscaba

la aprobación de mi cuerpo...

...Y vos con esa pregunta

me lanzaste hacia el infierno!

(*) Este poema se refiere al tema de la bulimia y la anorexia.



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