Me pasa cuando te miro

Y siento cuando te siento

Que el universo es pequeño

Como inmenso el sentimiento

Que brota de mi interior

El que estaba allá, muy dentro

Que no puedo ni siquiera

No pensarte ni un momento.

Me devolviste la noche

de Navidad que he perdido

cuando era niña, muy niña

y casi nada entendía,

que las almas van al cielo,

y desde el cielo nos cuidan,

y cuando mas necesitamos

porque el trajinar es duro

se hacen presente en la tierra

y suavizan el futuro.

Es mucha carga, lo se,

pero remediar no puedo,

creer que de allá has venido

a traerme el consuelo

del dolor que me ha causado

tener a papá en el cielo.

Hoy he recuperado

la esperanza y el recuerdo,

hoy sé que sin vos saberlo

siento que mi padre ha vuelto,

para unirnos en reencuentro,

llenarnos de serenidad

y unirnos en el sentimiento.


Escrito el 24 de diciembre de 2000 a las 03.45, a pocas horas de haber llegado al mundo Gerónimo Martín Laganá, hijo de Gastón el hijo de mi hermana Graciela con quien más de una vez nos dijimos que Dios nos iba a dar una sorpresa con el día del nacimiento. Y así fue. Después de 40 años de haber llorado de tristeza, lloramos de alegría.



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