Avenida 520, tan ancha como mi orgullo
De saber que ha sido tuyo
El tranvía, la escuela 89 y mi barullo.
De los juegos y mis amigos que aun luzco.
Y me acuerdo aun de muchos habitantes
Que te miraban pasar todos los días;
Akimenco, don Álvarez y Fonseca;
Alvira, Villarruel , Pinto y Savino.
De saber que ha sido tuyo
El tranvía, la escuela 89 y mi barullo.
De los juegos y mis amigos que aun luzco.
Y me acuerdo aun de muchos habitantes
Que te miraban pasar todos los días;
Akimenco, don Álvarez y Fonseca;
Alvira, Villarruel , Pinto y Savino.
Los Zucca, Bozza, Trotta y Sanseverino
Italianos que encontraron su destino
A la orilla de tu estampa y tu vereda.
La señorita Nelva y su enseñanza
El casco de la escuela 89.
Los Agüero, Tassi, los Chavero;
Mas allá Debardemaeker y Molina;
El doctor Taquíni, Marcelli y Gandini
Los Ferrari, Loyola, Aquino y Lozano
La vinería Pérez, los 7 Pinos y Contín.
Toda una historia de un lado y otro lado.
Calle 520, ancha y sin fin.
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