Me quedaré aquí, mirando lejos...

hasta que el horizonte mismo

se me vuelva encima.



Me quedaré aquí,

esperando que vuelvas.



Me quedaré aquí,

soñando que es un sueño,

que me dejaste aquí

esperando tu regreso.



Me quedaré aquí,

esperando que regreses.



Me quedaré aquí, nadie lo impide.



Me quedaré aquí, te lo he dicho,

aunque encima se venga el horizonte,

aunque duerma y despierte

con una pesadilla,

aunque mil Eros,

y mil Ángeles,

y mil voces

me digan que no vuelves.



Me quedaré aquí,

te seguiré esperando,

aunque ya no puedas

volver a enamorarte

y volver a amarme.

...



Llegará el día y estaré aquí,

esperándote,

boca y lengua sedientas

de no darte los besos que deseo

y gritar que vuelvas,

te lo ruego.





Y si pasas por aquí y ves la sombra

de un gran amor, hoy desgastado,

no la ignores, no me ignores,



Mírame, ¡aun creo que eres mi hombre!


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